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I ketal El Colegio de Lecaroz a ALONSO CANO en su lll Centenario Se han cumplido en este curso los tres siglos de la muerte de Alonso Cano. Un pequefo Miguel Angel. Un artista que, sin duda, y con ser su obra de gran impor- tancia, pudo haber adquirido caracteres mas honda- mente geniales si su demonio interior hubiese sido do- minado. Es curiosa, extrafia, y hasta tremenda la vida de este pintor granadino. Fue un hombre que tuvo un extraordinario espiritu creador, un ingenio como pocos espafioles de su tiempo ,.pero con un cardacter que le llev6 a los mas hondos sinsabores. Alonso Cano era un hombre de protesta permanente, que no se paraba en barras ante nadie. Sabido es que tras las trifulcas que tuvo en Sevilla con todo el mundo y que culminaron con la estocada que inmoviliz6 la mano de Sebastian de Llano, huy6 a Madrid, donde su amigo Velazquez le lievé nada me- nos que de maestro del principe Baltasar. Carlos. Pero ni esto hizo que el revolucionario y malhumorado Cano cambiara de actitud. Protest6 de todo, eché la culpa a Felipe IV de sus nuevos males y, por supuesto, se que- do sin el cargo. Alonso Cano, pintor, escultor, arquitecto y escritor. Nada mas que eso. Y todo realizado con una gran cali- dad, dentro de la anarquia de su vida, de sus danzas, de su ira y de su incapacidad para aceptar la menor critica de nadie. Su vida fue un continuo escape. No pudo superar sus circunstancias vitales. Aquel demonio pudo siempre mds que su angel. Y de Madrid, como de Sevilla, también tuvo que salir pitando cuando apare- cié muerta y cosida a pufialadas su mujer. : Alonso Cano, el hombre de las protestas, resulta el loco precursor de la juventud vagabunda de hoy, pero con genio creador para dar y tomar. Tan curiosa es su vida que merecia un estudio serio de matiz sicolégico y social sobre su vida y su #empo. Un estudio de an- ticipo de la crisis de la sociedad moderna. LECAROZ, DEPOSITARIO DE UNA DE SUS JOYAS ESCULTORICAS, RINDE HOMENAJE AL GRAN ARTISTA EN SU TERCER CENTENARIO.