BCCPAM000760-6-06p27d00000000

El ladroén era corto Rechazado del concurso de guiones de Preu (i | —— ry) LN : “nae lest < om f Erase un tio que se dedicaba a mangar cosas por las habitaciones de los demas, aprovechando la noche. Para realizar sus fechorias utilizaba un ingenioso truco que consistia en salir de punti- llas a tas doce y tres minutos, conteniendo la respiracion, y lfegaba hasta su objetivo arras- frandose por las frias losas para que su «punti- lleo» Ilegase a la inexpresi6n. Una vez en el objetivo, abria con sumo sigilo la puerta del cuarto. Ya dentro, embebia los morros de su vic- tima con cloroformo y, si ya estaba dormido (que siempre lo estaba) con dicha operacién quedaba a una pulgada de la eternidad. Enton- ces sacaba una llave maestra que, introducida en las cerraduras, hacia saltar los armarios to- dos. jAy, madre! Si encontraba un reloj, lo le- vantaba, y si estaba acompafiado de un par de calcetines y una estilografica, mejor. Con el bo- tin en su poder salia zumbando a su lar. La alarma cundié muy pronto, y pocos dias después, el censo de victimas ascendia a bas- tantes. Este mocosuelo iba a su casa todos los sabados para llevar su botin. Nadie se explicaba como se arreglaba para marchar todos los saba- dos pues era de Alcorconte de Abajo (Segovia). _ Para borrar las huellas de sus supercherias utilizaba un moquero de tamafo natural. Al cabo de dos meses de limpias y cuando ya la alarma en el Colegio era monstruosa, cay6 el pimpollo y fue llevado a los tribunales quedando a buen recaudo. La «calada» fue bastante tonta, pues cuando una noche volvia de su empresa conteniendo la respiraci6n, como la habitacién de la victima es- taba en el otro extremo, sus pulmones no dieron bastante, y como no era precisamente inteligen- te, qued6 en una semiagonia de axfisia. Empez6é a chillar y despert6 hasta el sereno. Por lo tanto, cay6 con las manos en el hurto. URRESTARAZU (Preu).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz