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p eso, hemos insistido siempre acerca de la tienen en estos colegios el trasmitir á las niñas « enseñándolas el baskuenze, dándoles á conoce aunque sea a gral sgos, como se hace con los niños, relatán- doles nuestras costumbres y modalidades, pr cerebros que cuando sean mayores, sic hacia la raza or Y, como gener se llega á amar lo que se conoce b:en, estas niñas basko-argentinas, para sentir afecto á la tierra de sus ante pasados, necesitan persuadirse de su hermosura y d Y preciso es mostrarles que Euzkadi es uno de los rincones del mundo en que la Naturaleza hizo mayores derroches de estét dotándola de todos los elementos que constituyen los más bellos paisajes: frondosidades seculares, cascadas, torrentes, ríos, y pla yas bordadas por altas montañas, cuyas faidas, llenas de exhube- rante vegetación, refléjanse en las ondas de esmeralda del Can tábrico. Nos parece que el mejor complemento de la educación baskófila que diseñamos, sería dar conferencias de geografía desct acompañadas de proyecciones luminosas Ó cinematográficas. Asi, sus encantos y experimentarian en sus entusiastas almitas, el deseo in haber pisado, jamás, el suelo euskaro, llegarían á conocer de verlo algún día; y más tarde, cuando ya casadas y madres de «famili ese mismo deseo lo comunicarían á sus hijos mayores, al propio tiempo que arrullarian al pequeñuelo, con los cantos de nuestra tierra, aprendidos en su niñez, en las clases de música de Euskal-Echea. De este modo quedarian perennemente estrecios los lazos existentes entre el solar de origen y la joven patria argen tina; pues en todas estas cuestiones de Arte, de sentimiento y de tradición, el rol de la mujer, como jefe moral de la intimidad familiar, ha de ser aún más activo que el del hombre ¿No es, la madre, la que forma desde la primera hora el corazón y el espiritu de sus hijos? Esta es la razón que impone á la mujer moderna el culturarse, cada día más, para que los conocimientos adquiridos, en los bancos escolares, resulten la primera semilla que germine en el cerebro de sus hijos, y les prepare á la vez á recibir pronto, una instrucción más completa y extensa que la obtenida por sus padres. Si hace siglos se hubiera tratado de enseñar á la mujer: fisica, química, ciencias naturales, literatura comparada é infinidad de ma- terias no menos abstractas, el público de aquella época se hubiese encogido de hombros; pues fuera de algunas damas (pertenecientes
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