BCCPAM000R09-4-05000000000000
del entusiasmo de los donantes, y la enseñanza, primer proposito le la institución, se organizó desde luego. El colegio de la capital, situado en la calle Humberto 1”, fué el que primeramente se inau- guró, confiado á la dirección de las Hermanas Siervas de María de Anglet. Pronto acudieron las educandas en tal número, que hoy el colegio resulta insuficiente y ha sido necesario contratar un edificio más amplio y cómodo, concurrido hoy por cien a'umnas., E escolares á los tres años de formada la sociedad. Se hallan al fren- estos pabellones de Llavallol fué posible inaugurar los cursos te de la enseñanza de los varones, los Reverendos Padres Capuchi- nos de Nabarra y Cantabria, originarios del solar basko, que ins- truyen á los chicos según los programas oficiales en vigencia, acor- dando además á los mayores un periodo de enseñanza agrícola su- perior, teórica y práctica. Forman parte de la población escolar de Llavallol muchos huérfanos, hijos de padres baskos, á quienes se procura no diferenciarlos absolutamente en nada, por el trato y por el respeto, de los escolares que pagan pensión. Se ha tenido en cuen- ta especialmente la salud de los escolares, ofreciéndoles canchas de sport y un amplio frontón de pelota, donde pueden vigorizar sus ar sus ánimos. cuerpos y Costea además la “Euskal -Echea” la manutención y cariñoso cuidado de varios ancianos baskos de ambos sexos. Entre ancianos, huérfanos, becados y alumnos de pago, cuenta hoy la “Euskal-Echea”, sin mencionar los alumnos del colegio de la capital, una cifra de 200 internos, hospedados por los diversos pabellones cuya consumación tenemos hoy la dicha de conmemo- rar. Nada se ha omitido en estos pabellones para que la per- manencia de los niños en ellos sea del todo sana y confortable. Las últimas conquistas de la higiene se han adoptádo en su cons- trucción. Y así, con la colaboración de todos, es como podemos ver hoy levantarse esos claros edificios entre la verdura prima- veral de tan ameno paraje. Pero la obra no está terminada. Lo estaría ciertamente, si fué- semos menos ambiciosos. Nuestra ambición nos empuja á desear mayores perfecciones, en aras de la caridad y del ideal educativo Se han proyectado nuevas construcciones, suscritas ya por gene- rosos donantes, que consisten en un gran pabellón dormitorio, otro para enfermería y la ampliación de la sección de ancianos con dos pabellones más. mpoco olvida esta comisión la necesidad de levantar una capilla, de acuerdo con las exigencias de la nutrida población.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz