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o Se hicieron inmediatamente las pesqui- sas en el lugar señalado por Juana. y ¡cuál no fué la admiración de todos el encontrar entre Otras espadas enmohecidas por el tiempo la que tenía las cinco cruces y cuyo moho desapareció enseguida! Por orden de sus «Voces», Juana orde- na hacer un estandarte con las imágenes y los nombres de Jesús y María, y las armas de Francia, sostenidas por dos ángeles. «Le amo más, cuarenta veces más que á mi espada», decía ella un día hablando de su estandarte. En guerra.—Juana deelarada conde por el Rey, y reclamada fuertemente por los orleanenses, que se veían cada día más apretados por los ingleses, se puso en ca- mino con todo su tren militar; una compa- ñía de soldados. un capellán, un religioso fray Paquerel, el señor Ambrosio de Sore, y el joven De Rais, á quien llamaron des- pués Barba-azul. Llegaron á Blois el 24 de Abril; allí tuvo Juana la dicha y el consuelo de abrazar á sus dos hermanos Juan y Pedro, que ente- rados ya de lo que pasaba venían como va- lientes patriotas, á ponerse al servicio de la Patria en compañía de su heróica hermana. Organización.—Blois era la plaza fuerte más cómoda para avanzar hasta Or- leans. ERES ESE 4 Wi iy