BCCPAM000R09-1-40000000000000
A o en castigo os enviara la muerte, si por vuestra culpa erais causa de la desgracia del pobre pueblo francés. En fin, habeis rogado al Señor, que perdonara á vuestro pueblo y librase de todas las tribulaciones que le sobrevienen hacía ya doce años. Dios ha oido vuestra oración Príncipe, y El es quien me envia á Vos. No soy mas que una pobre Campesina, pero Dios me ha revelado lo,que debía hacer para lanzar á los enemigos de Francia y haceros coro- nar como Rey.> «¿Qué es preciso practicar para eso? in- terrogó Carlos VII vivamente emocionado. «Dadme solamente armas y tropas y es- perad con firme confianza, vereis como sa- bré valerme de ellas.» La voluntad de Dios será cumplida, acabó por decir el Rey; y volviendo con Juana á la sala donde les aguardaba la corte. «He aquí, dijo el Rey, esta joven que Dios me envia para recuperar -mi reino. Vamos á tratar de lo que convenga hacer.» El Rey quiso hospedar á la Doncella en su propio palacio, y antes de adoptar la últi- ma resolución, hizo que la interrogasen doctores en Teologia. Dicen que fué Juana la que en esta entrevista dió primero que nadie el nombre de patria á Francia. En el país.—En este tiempo se hacíun en el país francés oraciones y rogativas con
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz