BCCPAM000R09-1-40000000000000
— y la guerra, de las desgracias de la patria, con tal lenguaje y acento tan conmovido que bien pronto lloraban los dos viajeros. Pero nada se ha perdido, añadió Juana, levantando de pronto la cabeza. lios vie- ne á socorrernos. Nuestro hermoso pais de Francia que una mujer ha perdido (y se- ñalaba á la reina Isabel que infiel á su de- ber había firmado la caducidad de su raza) una virgen de esta comarca lo vá á salvar. La virgen de Lorena escogida por Dios para ello es vuestra pobre Juanita Al principio Durand mirando á la joven creyó que se había vuelto loca, pero ésta entonces contóle dulce y piadosamente to- do lo que le pasaba desde hacía cuatro años y la orden que acababa de recibir del cielo El honrado labrador la oyó en silen- cio y ganado por la emoción y subyugado por el acento de verdad con que hablaba Juana, exclamó con fé: «Es Dios quien te ha hablado hija mía, quiero ayudarte á obedecer. ¿Que puedo hacer?.... » Conducidme al señor de Bandricourt ca- pitán de Vancouleurs, respondió la joven sencillamente, me tiene que dar una escolta para presentarme al Delfín. Una negativa.—El digno hombre com prendía toda la dificultad de la empresa; pero al día siguiente, llegó no sin trabajo á ver al capitán y comenzó á contarlo lo CEPA EA AN
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz