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= 107— tiendo, contestó Juana, los dolores y la ad- versidad que sufro con vosotros; no sé si tendré que sufrir más, pero me entrego en todo á Nuestro Señor»—Entonces ledijeron ¿estáis segura de salvaros?—<Sí dijo Jua- na, creo firmemente todo lo que me dicen mis «Voces» como si estuviera ya en el Pa- raiso»—Esta respuesta es de gran peso, la hicieron notar—+SÍ, y es para mí un gran tesoro, replicó.» —Entonces le objetaron «¿creéis que no podiáis cometer ya ningún pecado mortal?»—<«No sé nada respondió Juana humildemente, lo espero y cuento en todo con nuestro Señor». Le reprocha- ron el haber convencido á Carlos VII á no hacer la paz con su adversario. «Respecto de la paz os voy á responder, agregó ella; pedí en una carta al señor de Borgoña (1) que la hiciera y en otra á sus Embajadores; pero la paz que necesitan los ingleses es ir- se de Francia, volver á su país.»—;¡¡¡Y era ella la que hablaba así, sola encadenada y en poder de los ingleses!!! ¡¡Sublime y he- róica prisionera! Intentaron los Jueces por sacrílego sub- terfugio hacerla renegar de su vida y de sus Obras; en una palabra, de todo lo que ella decía haber cumplido en nombre de (1) El duque de Borgoña Felipe aliado de los ingleses (N. del T).