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— 105— para echar por tierra la misión divina de la inspirada y con este intento le hizo esta insidiosa pregunta: «¿Creéis estar en esta- do de gracia?» Pues, si Juana decía que sí le convencería de su orgullo y presunción, y si decía que no ¿cómo iba á ser ella el instrumento de Dios? Pero la inspirada vió pronto el lazo. que-se la tendía y contestó con voz emocionante: Si no estoy en gracia ruego á Dios que me restablezca en ella y si estoy que Dios me la conserve.» Y aña- dió enseguida. «Sino estuviera en gracia de Dios sería la persona más desgraciada del mundo, pero si estuviera en pecado las «Voces» no me hablarían.» Los Jueces conspiran contra ella con to- do linaje de preguntas para cogerla en contradición, mas ella permanece siempre la misma, ingenua y resuelta porque está en la verdad. «¿Porqué llevastéis vuestro Estandarte á la Iglesia de Reims, para la coronación del Rey y no el de otros capita- nes? —Había asistido á las fatigas, respon- dió Juana, era justo queasistiera al honor; y añadió que le queríá más que á su espa- da y que á pesar de haber asistido á tantos combates nunca había matado á nadie. In- lerrogáronla si Dics quería á los Ingleses, y ella contestó: «respecto del amor y del odio que Dios tiene á los Ingleses no sé na- da; lo que sé es que los ingleses, serán