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DE LA NATURALEZA DEL PENSAMIENTO 93 xia, que «el entendimiento no es una facultad apar- te de las cosas entendidas, sino la generalización, pro- ducto de la asociación de las sensaciones...» Absur- do que nos recuerda su polémica con el P. Zacarías Martínez «sobre el hilo conductor de las ideas», co- mo si las ideas se comunicaran cual un fluído eléc- trico por cables materiales. —¿Podríase determinar esa naturaleza espiritual del entendimiento por vía de experimentación? —Si entendéis por experimentación una clasifi- cación física, una prueba tomada de átomos y de fenómenos materiales, imposible, porque se trata de algo completamente inmaterial. El pensamiento es simple, carece de composición y no puede someterse a un análisis, como tampoco el alma, cuya función es... No hay retortas ni alambiques, ni para el al- ma ni para el pensamiento. Si pudiera de algún mo- do «verificarse» por esos métodos, no sería espiri- tual. Sin embargo, como dijimos del alma, admite algún modo de experimentación; la experimentación interna de la conciencia racional. —Explicadme por ese método la espiritualidad del pensamiento. —«Pensad» que un «pensamiento» no tiene fron- teras, que no se le puede ver ni palpar ni oler... En un momento podéis remontaros más alto que los astros; esa rapidez no admite, ni como posible, on- dulaciones materiales. Es cierto que hay en la cien- cia actual corpúsculos o rayos materiales rapidísi- mos. La luz misma recorre 300.000 kilómetros por Comprobación experimental de su naturaleza espiritual.