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NATURALEZA DEL HOMMRE 69 pues de la ciencia, de las artes y de la psicología con- fesemos el hombre creado por Dios con alma racional, discurridora y bella, imagen del mismo Señor que todo lo ha creado y órgano de bendiciones y hosanas que de todos los puntos del universo inconscientemente dirigen las cosas creadas a su excelso Creador. —Quedamos pues, en que la naturaleza del hom- bre es ser material y espiritual. —Un ser complejo hecho de barro y de alma; un ser deleznable que se revuelve en polvo en el sepul- cro por el cuerpo y algo tan sublime por el alma que sube constantemente a querer abrasarse con su Crea- dor, Pascal lo definió: «una caña que piensa». Frágil como caña, alto y fuerte como el pensamiento. Al mis- mo tiempo hay dentro del hombre un abismo de mal y Otro de bien: no se sabe si es el ángel con su gran- deza que baja, o la bestia con sus pasiones que sube. —Me deja perplejo ese pensamiento. ¿Pues no es obra de Dios? —Dios lo creó perfecto armónico, bello e inocen- te poco menos que ángel lo hizo; pero luego en uso de la libertad causó una catástrofe cuyas ruinas la- mentamos todavía. Como el Señor la dotó de aquel bien aventajadísimo de la naturaleza que es la li- bertad; como la libertad es la tremenda facultad de poder resistir al mismo altísimo Señor; como la li- bertad, en frase de Donoso Cortés, tiene el poder de sacar el mal del bien... el hombre desobedeció, y a la caída primitiva le siguieron males innumera- bles. La obra de Dios fué deformada por la misma La crisis en el hombre, el pecado original.

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