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NATURALEZA DEL HOMBRE 87 nemos, han podido contribuir ni poco ni mucho ni nada a la explicación de la esencia de la vida.» In- dudablemente la materia del laboratorio no puede ex- plicar el enigma de la vida... Para explicarla hay que recurrir a algo que se escapa al alambique; porque la vida no es una verdad de observación y de expe- riencia; su principio no se halla en el laboratorio; lue- go es preciso reconocer otra causa o principio de vida. —¿$Se conoce acaso el maravilloso poder de la ma- teria en todas sus cabales? —La naturaleza misma de la materia con ser tan grosera se escapa a la comprensión del hombre; y ese hombre que no puede comprender la esencia de la materia se lanza a discutir sobre la esencia de Dios y del alma. ¿No sabe lo que trae entre manos y va a conocer lo que está sobre su poder mental y es de orden superior a la materia? Ninguna natu- raleza puede obrar fuera de su condición y poder. Por muy fina y organizada que sea la materia que- dará siempre en la categoría de tal... Con todo el poder deslumbrador de millones de soles no se pue- de producir una sola idea. Todos los organismos de la creación reunidos para causar un pensamiento jamás lo podrían alcanzar... Todos los movimien- tos de la materia por muy organizados que estén son materiales; esto es apotegma científico. Las sensa- ciones mismas que son efecto de las vibraciones ma- teriales son materiales también. Mas los movimien- tos materiales causan la sensación sólo en los seres organizados para percibirlas. ¿Qué es lo que capa- El misterio natural insolu- ble a la cien- cia prueba del alma, a PS AR er ra e