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UNIDAD DE LA ESPECIE HUMANA 79 ro todo no pasa de ser una condición de grado de perfección, como en la belleza del rostro ocurre. La distinta capacidad craneal puede obedecer a distin- to desarrollo físico. Confesamos que el peso medio del cerebro en los blancos es de 1.410 gramos, y en los negros de 1.250, ¿mas es acaso definitiva esa observación? Antropólogos dustres como Broca, To- pinard y Mascagni han estudiado cerebros de euro- peos que no alcanzan a la medida de la raza negra y en cambio han observado otros cerebros de ne- gros que exceden el peso medio del blanco. Respec- to a la variedad de configuración de la cabeza, en finos redonda, en otros alargada, braquicéfala o do- licocéfala, es corriente en los individuos de una mis- ma nación, como España. Un antropólogo nota que en las regiones bajas prevalece la cabeza redonda o redondeada, mientras que en las regiones altas pre- dominaba la cabeza alargada, dolicocéfala. Nunca hubo en el género humano más que diferencias acci- dentales, por lo mismo que nunca hubo más que una sola especié de un mismo origen. —¿Cómo, pues, se habla de razas prehistóricas ? —Decís bien: razas... prehistóricas de Condstat y de Cromagnon, y no: especies... Diferentes en la formación accidental en el desarrollo de las cos- tumbres de la civilización, del modo de ver las cosas con relación a la edad en que vivieron. Eso es lo que señala el estudio de los pueblos primitivos y el estudio de la osamenta y de los productos industria- les. Por lo demás, dice Quatrefages en la Histoire Razas tóricas. prehis-