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UNIDAD DE LA ESPECIE HUMANA 75 fe. Todo el género humano, pues, se mantiene en una unidad de especie formada por los individuos varón y hembra. El poligenismo que niega la unidad de la especie humana y admite la diversidad de ori- gen, niega la fraternidad entre los hombres. El po- ligenismo, además de ser heterodoxo, es anticien- tífico y se profesa entre muy pocos hombres de cul- tura. En el siglo xvi nos encontramos a cada paso con esa hipótesis, porque aquellos filósofos tenían a gala ir contra el dogma de la Iglesia y no sabían qué nuevos términos escogitar para oponerlos a la doctrina corriente. Es evidente que todos los pue- blos recibieron del tesoro de la Revelación este prin- cipio de la unidad de la especie y de origen; pero hubo un protestante en el siglo xvir que en un tra- tado teológico, apoyándose en la hipótesis preada- mita, propaló la tesis poligenésica y de él la tomaron los filósofos de la Enciclopedia. Lo más extraño es que hombres gobernantes del siglo siguiente abusa- ron de aquella teoría para fines políticos. En aque- llos tiempos en que la esclavitud era un negocio, ser- vía admirablemente la hipótesis poligenista, admi- tiendo la diversidad de origen entre blancos y ne- gros. De ahí el escandaloso negocio (affaire) de negros esclavos. Un ministro norteamericano, Cal- honm, decía en 1844: «Mi país obra legítimamente manteniendo la esclavitud; la ciencia ha demostrado que el blanco y el negro son de procedencia distin- ta, de diverso origen.» —«¿Pero enseña eso la ciencia? eee

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