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LOS DIAS GENESIACOS 59 acerca de las revoluciones de los cuerpos celestes, donde se demostraba el doble movimiento de la tierra y la inmovili- dad del sol. Su doctrina era enseñada libremente en las Universidades. No contento con su fama de astrónomo, quiso Galileo hacer de exégeta. En una carta a su amigo Benito Castelli, carta que éste publicó, el sabio matemático explicaba en su favor los textos bíblicos. La ciencia de Ga- lileo se conformaba con la revelación escrita, a su parecer; pero la «ciencia» de entonces le condenó. El que desee estudiar este caso, lea el tomo V de Opere di Galileo Galilei, publicada en 1895, donde están reunidos los documentos relativos al asunto de 1616. e E: í a cra IRA.

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