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LOS DIAS GENESIACOS 49 —Antes de nada debo advertiros que los días de la creación no pueden ser de 24 horas, porque aún no gobernaba el sol las horas del tiempo... Eran épocas, períodos de tiempo, y sobre la interpretación del Jom (día) hay varias opiniones que no hace al caso referir en un librito como el presente (1). No reparemos ni en el sistema literalista ni en el dilu- vianismo, ni en el restitucionismo, ni concordismo... son diferentes modos de entender el período o la época... No quiso Moisés explicarnos esto, porque su objeto no era hacer un texto científico, sino ex- presar materia religiosa y edificante antes que nada. Dijo Dios en el primer día: Hágase la luz, y la luz fué hecha, Esta obra corresponde propiamente al pe- ríodo cósmico. Strauss en su Confesión, que es su antigua y nueva fe, se escandaliza y ridiculiza la apa- rición de la luz antes de la formación del sol. Pues bien: el mentís que llevó Strauss fué solemne: la luz del sol procede de esta primera luz, y no del sol la luz. Al recibir la nebulosa el impulso inicial, empezó a moverse y a condensarse, y el movimiento y la condensación fueron fuentes de calor y de electrici- dad; y cuando el proceso de condensación avanzó y el movimiento se convirtió en vertiginoso, la nebu- losa fosforeció y la luz brotó indecisa al principio, brillante después, cegadora más tarde. —¿ Luego el sol no es fuente de luz? —El sol es un almacén de luz, no es causa y (1) Véase Grmerr. Les origines, 34, El sol no es causa de luz, Sama E A A RA a é, a

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