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48 EL PROBLEMA RELIGIOSO coinciden en rechazar una materia infinita como se puede aprender leyendo a Clerck-Maxvell y Tyndall entre muchos... —¿Cómo fué esa primera nebulosa? —Es imposible darnos cuenta por las leyes que conocemos, de cómo fué esta nebulosa, dice Faye... —¿ Y dice usted que la ciencia corrobora la limita- ción de la materia primera? —El telescopio y la placa fotográfica han venido a dar firmeza a esa afirmación. Considerad que si el sistema estelar se extendiera indefinidamente, el cielo aparecería lleno de luz tan brillante y más que la luz del sol; y bien se ve que todas las estrellas juntas no producen sino la seis-millonésima parte de la luz solar, según enseña uno de los más gran- des matemáticos y astrónomos del día: S. Newcomb, Laplace supuso que la nebulosa caótica de que pro- cedió más tarde todo este universo, era gaseosa, in- candescente, animada de movimiento, pero Faye y Ligondes han rectificado a Laplace y dicen que fué una nebulosa fría, extremadamente enrarecida y com- pletamente obscura. Lo cual corresponde aún mejor al concepto bíblico de caos. El Génesis hace apare- cer la materia primitiva en masa informe homogé- nea, universal, y de este enunciado nació la teoría de la unidad de la materia primitiva que después fué rechazada, pero que vuelve a ser un principio inconcuso con la novísima noción del átomo. —Decidme ahora qué dice el Génesis sobre la obra del primer día, A
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