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LA CREACION ANTE LA CIENCIA Y LA FE 45 gonía prueba también que es uno mismo el que re- veló a Moisés la creación y el que produjo los se- res por el acto creador. —Será esa una conclusión de la Iglesia. —Naturalistas como Cuvier, geólogos como Lap- parent, físicos como el inventor del solenoide, as- trónomos como Faye, racionalistas como Dieman, sin citar a biólogos como Pasteur, tuvieron que eon- fesar la inspiración, la grandeza del relato genesía- co y que sería preciso desconocer todas las hipóte- sis de la ciencia verdadera y todos los descubrimien- tos modernos para negar que los dos libros, el Gé- nesis de Moisés y el libro de la naturaleza, proceden de una misma causa y autoridad que es Dios. —Agradecería a usted alguna cita concreta. —S51 el libro que escribo me lo permitiese, os las daría a centenares: mas oíd una de Ampére, que es uno de los sabios modernos de más renombre: Ampe- re escribió: «O Moisés tenía una ciencia como la de nuestros días, o estaba inspirado.» En la época de Moisés ni la geología ni la cosmogonía se conocían. Sabíase algo de astronomía en Egipto, en la Cal- dea y nada más. ¿Quién pudo poner a Moisés al corriente de las cosas de la creación? Moisés escri- bía errante bajo las tiendas del desierto, aislado de todo el mundo, no podía conocer humanamente lo que todavía no existía: la cosmogonía de la creación. Luego es necesario admitir que fué inspirado. Re- nán mismo tuvo que llegar a esta conclusión. Linneo escribió sobre el relato de Moisés estas palabras : El Moisés, relato de |