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La creación de la nada. 44 EL PROBLEMA RELIGIOSO —¿Cómo, pues, creó Dios las cosas de la nada? —La nada de que Dios sacó las cosas no era una existencia sobre la que obraba su poder. La nada por definición es negación de existencia... Ved aquí tres principios claros: La nada, nada pue- de hacer. Con la nada, nada se puede hacer; pero de la nada un poder creador algo puede sacar. Dios, pues, creó de la nada, no con la nada, todo lo que existe. El modo cómo Dios iba sacando las cosas de la nada, está escrito en el libro divino del Gé- nesis, Como nadie existía para ver cómo obraba Dios, nadie pudo saber cómo fué causada la crea- ción y realizado el mundo, si el mismo Dios no se lo revelaba. De ahí la necesidad de la revelación para entender cómo se llevó a cabo la creación. La reve- lación consta en el libro del Génesis. La misma Cosmogonía, que es todavía ciencia moderna y no- vicia, es incapaz de declararnos cómo se obró la creación. La creación es un misterio para la ciencia, pero las conclusiones más exactas de la Cosmogonía han coincidido con el relato de Moisés en el Génesis. La verdadera ciencia siempre es hermana de la verdad revelada. Por eso ha dicho Lestrada «que entre la cosmogonía mosaica y la científica hay un acuerdo sorprendente y humanamente inexplicable». Prueba, pues, que el relato del Génesis es auténtico hasta para la ciencia, y el Génesis obliga a excla- mar: «Creo en Dios Padre omnipotente, creador del cielo y de la tierra.» La conformidad de lo es- crito por Moisés con lo descubierto por la cosmo-

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