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LA NOCION DE DIOS ANTE LA CIENCIA Y LA FE 51 Musset describe la inquietud de todo incrédulo ante lo infinito. Si se estudian en la historia de la humanidad, las grandes lineas del desarrollo de los conocimientos compruébase que el hombre se ha preocupado del Poder supremo y misterioso ordenador de los fe- nómenos cósmicos antes de escudriñar su constitu- ción íntima, ha dicho también Vaissiere. Además debemos recordar la encuesta famosa del doctor Deunert. En su libro La religión del inves- tigador naturalista nos da el resultado de esta en- cuesta en Alemania, patria de Kant: de 423 de los principales investigadores en las ciencias naturales 349 o sea el 95 % son teístas a saber: que recono- cen la necesidad de un Dios como causa universal. El resto, es decir: el 5 % da 2 % materialistas y 3 % nada. —Así me parece a mí que quiero agruparme en- tre esos 95 % teistas porque es sencillo deducir de lo contingente lo necesario y de los efectos la Causa primera. —Es certísimo que la noción de Dios pertenece a la categoría de las causas y que los materialistas han olvidado lo que dijo Berthelot: «la ciencia po- sitiva no investiga ni la causa primera ni el fin de las cosas.» Está esto realmente fuera de su esfera y de su misión; mas, empeñados «en que no haya Dios» no les importa actuar en nombre de «su cien- cia» obscura y desvalida contra la ciencia de casi toda la humanidad; porque la creencia en Dios es

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