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No hay ateos. 50 EL PROBLEMA RELIGIOSO es su base: supone que todo se desenvuelve y pro- cede «según el desarrollo de la materia» y que la materia es el Dios que siempre está en continuo proceso «en desarrollo indefinido». A este cuento nos describen en su fantasía soñadora los eternos ciclos de la vida «los perpetuos enjambres de soles» y de mundos naciendo de continuo, y los escombros de mundos y astros destruidos a través de edades. —¿Pero tendrán un principio creador de la ma- teria? ya —No es posible, dicen: la materia es eterna. Entonces por no admitir un Dios eterno ad- miten una materia eterna? —Cabalmente ese es su pensamiento, y encima de eso, por no reconocer «un creador» y ordenador sa- bio y consciente, admiten la ordenación material in- consciente y fortuita. : —Eso sería sustituir con un absurdo incompren- sible un misterio. —Debo advertiros que la noción verdadera de Dios aunque puede decirse misterio, entra también en la categoría de noción racional, que nos llega por medio de la observación. Musset ha escrito: A mi pesar me inquieta lo infinito y cuando ante mi espíritu se lanza entre las dudas crece y la esperanza vacilante yo siento que me agito; y mi razón se espanta y le da enojos sentirse ante él estéril e impotente y verlo escapar siempre de la mente y no apartarse nunca de los ojos.