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EL CATOLICISMO EN LA HORA ACTUAL 279 En cambio el dilettantismo intelectual que consis- te en buscar más bien lo ingenioso que lo verdadero y en considerar a la ciencia como un mero sport de la inteligencia, aparta del espíritu religioso tal vez más que el mismo grosero positivismo. Ahora quiero que terminemos aquí nuestro diá- logo sobre el «problema religioso». Espero que hayáis entendido el proceso de la exposición. No he descen- dido a detalles mayores sobre Jesucristo, la Iglesia y el Papado porque pueden ofrecerme asunto para otro vo- lumen y para nuestro caso basta lo que va declarado. Lo dicho es suficiente para todo el que piensa con seriedad; solo los hombres de «brújula alocada» se oponen a la Religión. Aquellos precisamente que niegan la libertad mo- ral por huir de las responsabilidades del alma y lue- go defienden todo género de libertades políticas; aquellos que atribuyen a atavismos las prácticas re- ligiosas y luego no pueden admitir el pecado origi- nal; aquellos que predican la lucha por la vida y su- primen esa otra lucha más noble y elevada por la conquista de la eternidad; aquellos que proclaman la irresponsabilidad respecto a los criminales, y a la media hora acusan de crímenes y culpas graves a la Iglesia y a los religiosos; aquellos finalmente que dicen que es preciso dar al hombre una educación según la naturaleza, y poco después truncan la na- turaleza negando la educación de las aspiraciones y anhelos más levantados de ella... esos son los ene- migos de la Religión. Conclusión,