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REVELACION Y RAZON a guardar... La probidad que no se apoya en la idea revelada de la religión es muy flaca. La juven- tud todavía no sabe lo que es la vida, no ha podido ver las cosas y los hombres como son en sí... Cuan- do se dé cuenta de las complicaciones de los nego- cios que ponen al hombre en situaciones muy críti- cas y angustiosas, notará que el cumplimiento del deber es un sacrificio y a veces, como dice Balmes, un heroísmo. Entonces comprenderá la necesidad bien cierta de un freno poderoso, de un freno que sea algo más que consideraciones puramente filosófi- cas o terrenas (1). —En vista de las explicaciones que acaba usted de darme, no acierto a comprender. que hombres sa- bios vivan alejados de las creencias reveladas... —Jesucristo ha dicho: «Los hombres han prefe- rido las tinieblas a la luz, porque sus obras son per- versas» (2). Pero en muchos sabios es un efecto de su ignorancia religiosa. El Conde de Segur, hablan- do de los incrédulos, dijo: «son prodigios de igno- rancia en materia de religión». —La afirmación debería probarse. —Voy a daros un caso de historia en confirma- ción. Estando herido de muerte el célebre director del Observatorio Astronómico de París, Francisco (1) Cartas a un escéptico, XIV. Hay hombres honra- dos que deben su honra al temor del juez y de la gendar- mería... (2) San Juan, MI 229 Ignorancia re ligiosa de mu- chos sabios.