BCCPAM000R09-1-33000000000000

AAA a di Obscuridad huminosa. 220 EL PROBLEMA RELIGIOSO ceos cargo de que cuando el ilustre Thomson em- prendió sus trabajos sobre la tonización de los gases, uno cualquiera, fiado en los conocimientos de en- tonces acerca de la constitución de la materia, obje- tase que Thomson era un loco que era imposible sy teoría... porque pugnaba con la ciencia... ¿ten- dría hoy valor su necia objeción?... Pues el caso referente a la fe es mil veces más grave... El ilus- tre Thomson se cubrió de gloria y obtuvo el premio Nobel en 1906 porque puso de manifiesto contra el parecer de la ciencia de entonces que el átomo de los cuerpos simples no es indivisible como se creía “sino prodigiosamente complejo compuesto de cor- púsculos llamados iones y electrones... Gracias al gran sabio tenemos hoy la revelación de que el áto- mo «es un mundo solar en miniatura» Hoy conoce- mos sin comprenderlo que en torno al sol minúscu- lo constituido por el jon central gravitan una canti- dad prodigiosa de electrones... —Pero ¿la obscuridad del misterio es admisible por la razón? —¿Cómo podéis concebir que son obscuridad las revelaciones de aquel que dijo: fiat lux y la luz fué hecha? De todos modos la obscuridad será respec- to a nosotros que somos pequeños e ignorantes... Eso no quita nada a la racionalidad de la fe. «Para el hombre, no hay cosa evidente que no proceda de un impenetrable misterio» dijo Donoso Cortes. En- tre las cosas misteriosas y evidentes hay la diferen- cia de que el hombre puede obscurecer las eviden-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz