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REVELACION Y RAZON verdadero y las falsas religiones. Todo hombre, por falso y equivocado que sea, puede tener algunas ideas buenas tomadas en buena fuente. Por lo demás, di- ferenciadas las cosas, la religión verdadera es la que tiene iluminaciones del cielo por la revelación, y las demás que están desprovistas de esta revelación, son absurdas. Los puntos de contacto quedan explicados. Por eso cuando el hombre filósofo que no quiere admitir la luz de Dios por medio de lo revelado, observa cómo queda el mundo sin ella, tendrá que repetir con Cayetano Negri: «No cabe duda que la humanidad a pesar de sus inmensos afanes vive solo de ilusiones.» Sienkiewicz pone en boca de Petronio estas otras palabras: «Mira, querido Vinicio; todos aquí hemos perdido ya de golpe y porrazo hasta la idea de lo lícito e ilícito. A no halo diferencia alguna entre estas dos cosas» (1). —¿Hasta la noción del bien perdemos? decir verdad yo —La razón natural puede conocer el bien y el mal natural, pero son tantas las pasiones que obscu- recen esa razón, que hasta la noción del bien se pier- de frecuentemente. Feuerbach hace consistir el bien moral en el bienestar de la sociedad. Shopenhauer, en la supresión del dolor y de la vida; Bentham, en la mayor suma de placeres con el menor número de dolores; Comte, en la preponderancia de los senti- mientos sociales, etc., etc. Todo esto es equivocar el concepto del bien y del mal moral que debe consis- (1) ¿Quo Vadis? 213 Sin la lación divina se pierde hasta el joncepto del bien en muchas cosas. reve-
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