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it e E SA ic id di cr A Las viejas sen- tencias de los otáculos. Sincretismo re- ligioso. 212 EL PROBLEMA RELIGIOSO el pintoresco maridaje de una ignorancia supina con una fantasía infantil. Eso no puede ser religión, —No me negará usted que la antigúedad pagana pronunció sentencias sabias y oráculos famosos. —No tengo por qué negaros nada de eso; no en vano gozamos de una razón que aunque incapaz de acertar en el orden sobrenatural, es un don de Dios. Además, la antigiiedad poseía un tesoro de verdades len los Libros Sagrados que podía leer y heredar. Así la cosmogonia del paganismo tenía sus relaciones con lla cosmogonia de los hebreos. Está hoy reconocido que la cosmogonia egipcia fué la más elevada y hasta la más parecida a la del Génesis. Es que en Egipto vivieron los hebreos durante mucho tiempo. Eso que llaman en la historia de las religiones, el sincretismo religioso, obedece a estas concomitancias antiguas. Las religiones profesadas en las regiones iránicas y en el país de las esfinges y en las tierras arrulladas por las aguas del Indo, de las que se desgajó más tar- de como una rama mística el budismo, tienen alguna remota semejanza envuelta en mitos con la religión hebrea. Lo bueno que se nota en estas viejas religio- nes son reliquias y dejos de la razón natural y de las remotas narraciones judías a su paso por el cautiverio. —Eso me explica la razón de una impresión rara que yo experimentaba al leer el sistema religioso de esas viejos nacionalidades... eso que llaman sincre- tismo religioso. —Yo celebraré que no lo olvidéis, a fin de saber la procedencia de ciertas semejanzas entre el culto

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