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decretos ni ota laca 188 EL PROBLEMA RELIGIOSO —¿Nuestros aborígenes practicaron igualmente la religión? —El señor Juan Terán escribió hace poco sobre la irreligiosidad de América (1) y citó dos libros argentinos que expresan bien el ambiente religioso americano: Recuerdos de provincia, de Sarmiento y Córdoba del recuerdo, de Capdevila. Pero ellos ha- blan de un ciclo muy reciente en relación de los tipos religiosos citados arriba. Em la mitología po- pular americana hay resabios notorios de la religión inca. Una de las ramas más fecundas de la historia colonial es esta en que se trata de las prácticas reli- giosas de los indios. Hay muchas huellas todavía de la vieja religión supersticiosa de la edad precolonial... Una de ellas es la creencia de diablo familiar, sobre todo en el norte, que es una creencia sin visible ori- gen cristiano. En el libro de las Supersticiones, del doctor Ambrosetti, se encuentran a cientos estas su- pervivencias... Después de la colonización se mez- claron ideas cristianas, con ideas paganas y brota- ron tamañas supersticiones. En Europa mismo du- rante los primeros siglos cristianos ocurrió el mis- mo fenómeno. El paganismo y las religiones germa- nas persistieron tenazmente después de la conver- sión al cristianismo, entremezclándose con sus dog- mas los nombres de Venus y Marte y los mitos de los campos Eliseos o del Averno. En el Cuzco la (1) La Prensa, 17 enero 1926. Siempre que hemos nom- brado La Prensa, nos hemos referido a la de Buenos Aires.

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