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EA E AS 184 EL PROBLEMA RELIGIOSO —El totenismo es como dije, la religión rudimen- taria, la cual en su incesante desarrollo produjo el sabeísmo oriental y el dualismo persa y el panteísmo indio y el politeísmo griego y romano, hasta llegar a la idea monoteísta que ha informado la religión judía y mahometana, adquiriendo su más elevada expresión en la Religión de Jesucristo. Todo esto se inventó para enseñar que el senti- miento religioso no proviene del Creador sino que es un efecto de la evolución. El extraño modo como ellos quisieron llegar a esta conclusión, ni se entien- de ni es posible que se entienda. En tal caso ten- dríamos que el fetiche, el dolmen, la pagoda, el Par- tenon, la aljama, la catedral gótica, provienen del mismo origen: del sentimiento del totem. Asegurar que en distintas comarcas, entre diferentes pueblos, un mismo mito ha seguido el mismo proceso evolu- tivo y se ha desarrollado de la misma manera, es desconocer la libertad del hombre; de esa libertad por la que el ser humano es más grande que las montañas y que los astros que centellean en el cielo. El hombre, libre siempre, en medio de la materia esclava, no puede ser sometido a una evolución uni- forme, precisa, idéntica en todas las regiones del glo- bo. Eso es pisotear la ley de la historia. Los mal llamados sabios, en el afán de decir co- sas raras, levantan torres de Babel en las que nadie se entiende. A veces torres de seductora apariencia, pero de ninguna consistencia, porque les sirvió de arquitecto la fantasía.