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DE LA RELIGION quita la fuerza argumentativa, porque era una des- viación respecto al objeto, pero no ausencia religiosa en el sujeto. Siendo el hombre naturalmente religio- so o naturalmente «cristiano», según el pensamiento de Tertuliano, hay que decir que este sentimiento le viene del mismo Dios. El Señor deseando com- pletar su obra, puso en el hombre como un instinto superior, el sentimiento religioso, a fin de que por su práctica llegase al fin. —la Ciencia ¿no arrancó del alma el sentimiento de que me habla usted? —Tendremos que recordar de nuevo que hay una ciencia materialista que niega la creación por Dios y pretende explicarlo todo por la evolución. Es un fetiche de ciencia que en el origen de la religión presume encontrar algo accidental y primitivo. —¿Cómo denominan ellos ese algo? —<Animismo», «La magia», el respeto al tabu, que equivale a la adoración del animal o vegetal sagrado llamado el totem, noción religiosa rudimen- tario. —Totem, palabra que he leído cien veces sin en- tenderla. —Ha estado de moda. No se trataba de que se entendiera, sino de que substituyera a la palabra re- ligión. El caso era no consentir la doctrina espiritua- lista. La evolución de la materia ha tenido sus mo- das y variaciones, y la palabra totem tuvo su época y boga con una aplicación religiosa. —Pero ¿qué supone el totem? 185 Falso origen del sentimiento religioso,