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Sentimiento universal. 182 EL PROBLEMA RELIGIOSO para no sentir remordimientos. Históricamente está demostrado, por otra parte, que no ha habido pue- blo sin religión. Lo afirma Cicerón (De natura deorum). —¿Cómo prueba usted eso? —Porque el curioso viajero de las ciencias ha yi- sitado ya las ciudades y las aldeas, las chozas del sal- vaje y la caverna del troglodita; ha recorrido los inextricables bosques africanos y la inmensidad so- sonora de las pampas americanas. En todas partes ha estudiado usos y costumbres de extrañas tribus, y al sondear los abismos del pasado y al compulsar descubrimientos paleográficos con que se nos abren las entrañas del Planeta y la Prehistoria, ha llegado a concluir que siempre ha habido en el género hu- mano prácticas religiosas cuyos vestigios se revelan. Las escrituras cuneiformes de los caldeos y los jero- glíficos de-los egipcios recogidos en las bibliotecas y museos abonan sin rodeos esta verdad. —¿Con sus códigos y dioses idólatras? —Eso prueba dos cosas: la existencia del senti- miento religioso y la desviación del sentimiento hu- mano. Siempre aparece flotando en todas las civili- zaciones el sentimiento de la dependencia de Dios y el culto a la divinidad. El sentimiento que ahora experimenta el hombre civilizado al golpearse de amor el pecho, doblándose rendido en adoración, lo experimentó el hombre en todas las latitudes del globo y en todos los tiempos. Que los antiguos ado- raran ídolos por desconocer al Dios verdadero, no