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ig A Mr LL escitas lle lec Pr Lo que es re- ligión. 180 EL PROBLEMA RELIGIOSO ama y el otro de lo que teme (1). Hay horas en que el más incrédulo mira con envidia la plegaria religiosa. ¡ Tan buena es ella! —¿Qué es en sí la Religión? —Procede de la palabra reeligere, de reelegir, se- gún San Agustín, porque por ella se elige la vida o la muerte. El hombre creado libre debe llenar su mi- sión libremente, y pensando bien en las cosas que he- mos explicado se le ofrece la grave cuestión de có- mo alcanzará el fin apetecido. Ve mil maneras de proceder, según su razón, y al cabo elige entre mu- chos modos de obrar, aquel que le ha señalado Dios mismo. Otros quieren que proceda en relegere se- gún le agrada a San Isidoro y a Cicerón. Una lec- tura repetida de la conciencia y de la ley constante- mente en funciones. La ley se guarda mediante una continuada meditación de las cosas divinas. Pláceme más el sentir de Lactancia, que dice que religión procede de religare, es decir: vivir atado y reatado a Dios, puesto que «religión debe ser vínculo y lazo entre las criaturas racionales» y el Creador. —De perlas me parecen las tres explicaciones, pero noto que en todas tres se establece una relación de dependencia. —Eso es lo esencial y lo firme. El hombre está sometido a la autoridad de su Autor... —¿La religión, pues, tiene que ser una «necesi- dad»? (1). MontEsquizu. Espíritu de las Leyes, lib. XXV, c. 1

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