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¿QUE HAY EN EL INFIERNO? 175 mente lore quien por amor de las criaturas se des- pojó eternamente del amor de Dios? Ben e che senza termine si doglia chi per amor di cosa che non dura eternamente quell'amor si spoglia. —Siempre será repugnante, sin embargo, el creer en ciertas pinturas que los católicos hacen del in- fierno. —¿A qué os referís? —Al aparato horripilante con que describen las condiciones de los condenados agotando la imagi- nación en describir lo que en el infierno hay... fie- ras, monstruos, culebrones, ruedas, peines, etc., etc. —Debéis reconocer que el esfuerzo imaginativo obedece a la imposibilidad de comprender y dar a expresar la situación de los condenados... Con de- cir que han pintado el infierno os digo bastante. Pero todas esas imágines, no son allí realidades con- cretas... ni son temas de la teología, fuera de las dos cosas dichas de pena de daño y pena de juego. —Pero ¿quién vino a decirnos todo esto? —¿También vos echáis mano de ese tan gastado recurso? ¿Acaso hace falta que alguno venga de allí a declararnos lo que hay para que sea verdad su existencia? ¿Acaso Colón creía en el Nuevo Mundo ¡porque alguno de sus habitantes se lo fuera a contar? Mas ¿no vino Dios desde el cielo a revelarnos lo que hay en el otro mundo? ¿No consta en el Evan- gelio la historia del rico Epulón y del pobre Láza- ro? ¿No ha habido en la historia mil apariciones de Los misterios del otro mundo.