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EL DOGMA DEL INFIERNO 161 reparación y la más eficaz medicina contra las in- justicias humanas. Era como un grito de alivio y consuelo contra las tiranías omnipotentes. .. —¿De dónde pudo derivar esa teoría en el paga- nismo? —¿Quién puede explicar ese fenómeno? El dog- ma de la eternidad de las penas está allí invencible, mente unido a la noción invencible también de la diferencia entre el bien y el mal. Todo el que siente con energía esta diferencia, siente al mismo tiempo la necesidad de una reparación eterna irremediable entre los malos y los buenos en el otro mundo, To- das las cosas están comprendidas en estos dos tér- minos: principio y consecuencia; y estos dos térmi- nos son por su naturaleza absoluta y necesaria- mente eternos... Digamos otra vez que la eterni- dad del infierno es una consecuencia lógica de la eternidad del cielo. —¿Qué tiene que ver la lógica en un asunto mo- ral de esta indole? —La lógica está en todas partes donde hay prin- cipios y donde debe haber conclusiones ordenadas. Dios que es orden esencial, ordena lógicamente el miedo moral y el miedo físico. Si faltasen los prin- cipios, las cosas no existirían; si no llegasen a las conclusiones, las cosas estarían siempre en camino. Es decir, que no tendrían fin. Las conclusiones, si no fueran eternas tendrían una continuación, no se- rían conclusiones. Todo está dentro de estas dos ba- rreras: eternidad que empieza y eternidad que cie- La “lógica de los principios y conclusiones