BCCPAM000R09-1-33000000000000

136 EL PROBLEMA RELIGIOSO triángulo valen juntos dos rectos» y luego Rieman y Lobatchefíscky al construir las geometrías hiperhó- lica y elíptica corregir a Euclides? ¿Quién descono- ce la revolución armada en este último cuarto de si- glo por Einstein con su teoría de relatividad? La mecánica misma que en esta edad es la parte cientí- fica mejor tratada y que reduce a ella en último análisis todos los fenómenos físicos químicos y fi- siológicos, necesita según Emile Picard una labor de reconstrucción porque tiene sus principios funda- mentales en tela de juicio. ¿A qué se reduce pues la ciencia y el ingenio del hombre, en definitiva? —Podía ser que Picard hablara en tiempos que ya se reconstruyeron y que hoy... —Emilio Picard escribió su obra Quelques refle- xions, sur la mecanique, en 1902. Pero tenéis otra demostración. Hace veinte años los fluidos eléctri- cos de Coulomb que hoy se conocen bajo el nombre de electrones eran ridículos. Los hechos de la cris- talografía constituyen hoy todavía la manzana de discordia entre los naturalistas. Y no habéis oído aplicar a la fisiología el poco agradable título de ma- nicomio sin dirección? ¿Qué prueba todo ello? Lo que dice Legell que después de siglos de labor y es- fuerzo el genio del hombre apenas ha descifrado la primera página de la naturaleza... —Tan difícil y obscuro hacéis el estudio del mun- do y de sus cosas? —Tan difícil y obscuro que Balmes osó afirmar en sus Cartas a un escéptico que en el conocimiento

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz