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LA VIDA FUTURA 155 pecto a la verdad futura permanecerá «bajo la mis- ma sombra». En el pensamiento más prócer hay so- bré esto «una nota clara de silencio»... Es como un agua que se queda oculta luego de mil fatigas por hallar su fuente. Desengañaos, lo que el genio posee son «bichitos de luz» diminutos fragmentos de estrellas y soles que luego ha de tener. La ver- dad absoluta que buscamos para siempre salpica de chispas fugaces la vida. Es preciso que suene una hora para poseer «la verdad» en Dios. A mi se me antoja que la ciencia es como una bahía donde están surtos los buques de alto bordo pensadores, temblequeando su iluminación en la no- che de la vida... Se me antoja que las grandes vo- ces del ingenio ante lo incomprensible son como «semillitas de luz» y que la misma revelación que nos alumbra lo futuro solo nos da una dirección ha- cia la verdad suprema sembrando de esas «estrelli- tas de luz» la existencia terrena. —Estáis agotando mi asombro... ¿Luego los grandes genios no son fuentes de verdad? —De modo alguno; son cauces más o menos cau- dalosos por los que viene o va el río de la verdad que brota de la montaña eterna. Para comprender el «valor real» de la mentalidad de los genios re- parad que la verdad de un hombre cambia general- mente en otro hombre. Para el hombre la verdad es el valor de su ingenio... ¿No hemos visto en la his- toria del pensamiento tenerse por inconcuso el pos- tulado de Euclides según el cual «los ángulos de un Los sabios no son fuentes de verdad.