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FINALIDAD DEL MUNDO Y DEL HOMBRE 125 en que se extinguirá la vida humana en el planeta y todos compareceremos delante de Dios. : —¿Cómo sobrevendrán estos dos fines? —Seguramente la tierra no acabará en su aspecto vital antes de que suene la hora del fin del hombre; mas sea con la humanidad o después de ella, la tierra será volatilizada por el encuentro con algún planeta; los animales y plantas de la zona tórrida morirán, y los que hoy habitan los polos se encaminarán a las regiones ecuatoriales en busca de calor. Insensi- blemente irá avanzando el frío como ola que no en- cuentra playa, extinguiendo en su avance toda vida y germen vital. Nuestro planeta será entonces lo que hoy es la luna, un astro sin atmósfera, absorbi- do por los minerales y por las sales calcáreas, y por tanto, sin colores y sin sonidos, sin trinos y sin gor- jeos, sin auroras y sin ocasos. En lo que respecta al hombre, terminará en el día grande del Señor según está escrito en Joel y Sofo- nias. Será aquel el postrer día llamado del Juicio universal, que Sofonias llama dies irae «dies tribu- lationis», «dies tenebrarum et caliginis» (cap. 15). San Mateo, a su vez, especifica la calamidad prepa- ratoria del día del juicio, diciendo: consurget gens contra gentem et regnum adversus regnum et erunt pestilentiae et fames et terremotus per loca (XXIV). Se levantarán gentes contra gentes y reinos contra reinos y habrá pestilencias y hambres y terremo- tos por lugares. Después de estas tribulaciones, aña- de, el sol se obscurecerá, la luna no dará luz y cae- El juicio final.