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Una científica, razón 120 EL PROBLEMA RELIGIOSO ¿Para qué había de crear, si luego habría de des- truir lo creado? —En las obras divinas llamadas ad extra, todo de- pende de la voluntad del Hacedor... En Dios no hay otra necesidad que la de su esencia. Nosotros miramos las cosas como son y como Dios las orde- nó. En nuestro caso la revelación y la observación científica están de acuerdo acerca del fin y del des- tino. Para que el mundo no tuviera término, habría que destruir las leyes fundamentales de la termo- dinámica... —Os escucho una razón científica que me interesa. —Es una razón que viene en apoyo de la revela- ción. No cabe el eterno proceso de la evolución en mundos sucesivos, por la sencilla causa de que la energía va gastándose. Supuestos aquellos choques recíprocos de unos astros contra otros para la reno- vación, es evidente que el choque no podría engen- drar siempre la misma fuerza, puesto que el desgas- te sería constante. La temperatura por el choque producido debería ser necesariamente menor en cho- ques ulteriores, y este descenso de calor y tempera- tura cien veces demostrado por la ciencia, está se- ñalando el camino del fin. —¿Es que la cantidad de energía en el universo no es constante? —La cantidad, sí; la calidad, nó. Existe energía utilizable y energía degradada. Llegará pues un día en que el universo por una temperatura baja se con- vertirá en una masa uniforme y congelada. Será el