BCCPAM000R09-1-33000000000000

La inquietud del más allá. El fin del hombre, 114 EL PROBLEMA RELIGIOSO crutable» por Tyndall, etc., etc. Si bien se miran las cosas hasta en el fondo «de la selección natural» de Darwin hay un verdadero fin. —Es necesario resolverlo. —Sentimos ciertamente necesidad de resolver ese problema, pero su solución está en la sombra, y esa es la causa de nuestras inquietudes y desasosie- gos espirituales. He dicho y repito que hasta los filósofos que intentaron arrancar de cuajo del co- razón de la humanidad las raíces de la fe, se han sentido ansiosos de sondear ese pavoroso misterio del más allá. Si os fijáis en el pensamiento de la mayor parte de los astrónomos que elevan la pupila de sus telescopios sobre aquellos mundos inmensa- mente grandes, notaréis que alientan ese afán de ver más allá, de aclarar ese punto obscuro, porque no hallan su solución ni en la luz de las estrellas. —¿Nada sabe pues la ciencia sobre el caso? —La ciencia aún no ha inventado un instrumento capaz de ver más allá. —¿Luego ignoramos por completo nuestro destino? —No tal. Dios que puso en el corazón alas de eternidad, se asoma sobre nuestro espíritu y pone sobre la conciencia el sentido del destino futuro. Nos quiso revelar la verdad y la verdad es esta: Fuimos creados para servirle obsecuentemente y para gozar- le después eternamente, —Magnífico programa... si no fuera una pue- rilidad encantadora. Eso lo saben todos los niños de la escuela, pero eso no basta al hombre.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz