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ESPIRITUALIDAD DEL ALMA 105 lógicos, y de ello me he ido convenciendo en toda mi vida de investigador científico-biológico (1).» La existencia de ese algo que falta en todo labo- ratorio es el alma; por eso es tan hermosa la frase del doctor Grasset: «Cuando Dios crió el hombre, lo hizo a imagen y semejanza suya. Esa imagen y esa semejanza no podía estar en el barro, pero es- taba en aquella respiración de vida que sopló sobre el barro y lo hizo en alma viviente. La arcilla, el polvo, no podía representar a Dios en el hombre. Dios es espíritu y hay algo espiritual en nosotros: alma. Por eso los que están bien orientados en estu- dios biológicos y psíquicos, progresan más rápida- mente en el conocimiento del ser humano y de los fenómenos que en él se observan. La psicología, se ha dicho, en manos de las escuelas modernas como la de Buhler, Kulpe, Stumpht, Wertheim y otros, se está convirtiendo de nuevo, de psicología analí- tica de elementos, que antes era, en psicología de un todo espiritual o psíquica, poniendo la persona mo- ral entera, la unidad psíquica de la persona huma- na, el psicoide, el alma espiritual en el centro de toda orientación psicológica y psiquiátrica (2).» Que vive en nosotros ese espíritu, es de observación. Ade- más de ser un principio de fe. Conocemos el galva- nómetro que pone de relieve las excitaciones ner- (1) El doctor Bier afirmaba eso en la revista médica de mayor circulación de Alemania el Muncher Medisinuche Wochenshrift. (2) Ibérica, specimen 478,