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¿Qué ima? es el 102 EL PROBLEMA RELIGIOSO chos congresos científicos con sus hallazgos; última- mente en 1923 estuvo en el Congreso de ciencias natu- rales en París y no sólo piensa como yo, sino que además es un eminente defensor de la idea católica. Hace poco, en 1924, anduvo por la Argentina otro sabio dando conferencias científicas y es autor de textos renombradísimos científicos y también piensa como nosotros, y tanto éste como aquél, ¡ pasmaos! eran jesuítas y lo son, y con ellos mil más que se de- dican a ciencias de física y química y biología, como el Padre Jaime Pujiula, director del Laboratorio de biología de Sarriá, y piensa de la misma suerte; y el Reverendo Padre Juan Serra y señor Vilero de Sol- sona, no quedándose en la sacristía han ido a ex- plorar cavernas y estaciones prehistóricas, y a nin- guno se le ha ocurrido otra cosa ni por asomos, sino conformarse con lo que es cierto y probado y dis- currir con el alma y conservar el cerebro para pen- sar mejor y más tiempo para gloria de la verdad. —Y el alma que es origen y fuente del pensa- miento según me acaba usted de explicar, ¿qué es? El alma es una substancia espiritual, forma substancial del cuerpo por la que vivimos, sentimos y pensamos. Es una necesidad sentida en todo el pro- ceso de la ciencia bioquímica, porque como se ex- plicaba Augusto Bier, Director de la Clínica de Ci- rugía en la Universidad de Berlín: «No podemos explicarnos por procesos puramente físico-químicos ni un solo proceso vital, ni tan sólo uno de aquellos que ponemos por ejemplo de procesos mecánico-bio-