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Ecuación en- tre y cia. el cerebro inteligen- 96 EL PROBLEMA RELIGIOSO su instrumento. No es que el alma, una vez el cere- bro descompuesto, no pueda pensar; es que el alma carece de instrumento para revelarse como pen- sante... —¿Existe entonces una ecuación matemática en- tre la perfección del cerebro y la perfección de la inteligencia ? —Recordáis con eso ciertos métodos cuantitati- vos y cualitativos de clasificación mental, tales como el del ángulo facial, el del volumen y peso del cere- bro, el de sus circunvoluciones y anfractuosidades, el de su forma simétrica o asimétrica, de todo lo cual se habla en cátedras por profesores antiespiri- tualistas. Mas aceptando tales métodos tendríamos que el elefante era más inteligente que el hom- bre (1). Selut en su Physiologie de la pensée y en Mémoire sur les rapports de la pensée et du cerveau, estudia estas proporcionalidades para concluir que no se pue- den tomar en cuenta. El cerebro será siempre una incógnita, y como dice Ferriere, nada sospechoso pa- ra nuestros contrarios: esta incógnita siempre se es- capará a la balanza y al análisis elemental. Desde luego admitimos que sin cerebro no hay pensamien- to, y que en la actual situación de unión de alma y cuerpo en el hombre, la perfección del órgano, indi- (1) Véase: Legon de Psychologie de MiLukÉ EwaArDs y la de Anatomía comparada de Cuvrer, donde se relata ese método materialista.