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DE LA NATURALEZA DEL PENSAMIENTO 95 Si queréis un ejemplo explicativo aunque no idéntico, os diré, que es a la manera de un cúmulo de vibraciones del que resulta una nota musical, y no es la nota del todo igual a las mismas vibraciones: así del cúmulo de sensaciones externas brota la idea en el pensamiento, como de una flor su aroma. Sin embargo, no hay deducción necesaria y dependiente entre las impresiones y la idea. Por rico que sea el cerebro, si el alma no atiende, no elabora el pensa- miento, y no tendremos fruto científico. —¿Qué relación existe entre el pensamiento y el cerebro? —Habréis advertido que se dice generalmente, que descompuesto el cerebro, se pierde la elaboración ideológica, y que a mayor perfección cerebral, mayor potencia pensativa. Pues bien; anatómicamente, fi- bra por fibra, célula por célula, se ha estudiado el cerebro, no como fuente del pensamiento, sino como órgano de él. Creo que es fácil entender qué sea un órgano y qué sea una fuente u origen del pensamien- tos. En el cerebro estudiado con gran cuidado, nun- ca se encontró alojado ningún pensamiento... ¿Qué relación hay pues entre la masa cerebral y la fun- ción ideal? La que hay exactamente entre un instru- mento de arte y el genio del artista... El alma, fuen- te y agente de las ideas, necesita del instrumento ce- rebro, para pensar (en el presente estado de unión con el cuerpo, que luego separada del cuerpo pensará mejor) y para expresar ideas. El loco que tiene enfermo el cerebro, es como el artista que tiene roto E ARENA

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