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el sobado recurso de la hipnosis, no se le ocurrió abusar de tal recurso. Declaró franca y noble- mente que no había lugar para tal suposición hipnótica ni para el fácil expediente del neuropa- tismo... Bueno es que achaquemos de sugestionables y neuróticas a jóvenes desmedradas y cloróticas, ca- paces de todo desarreglo psíquico. Mas, atenda- mos que la visión se ha producido delante de gru- pos de fornidos marineros y de gente de pelo en pecho (1), que nunca supieron lo que era ese su- puesto neuropatismo. El 3 de marzo de 1920 leí- mos en un periódico tan serio y mesurado como (1) ¿Eran neuróticos los bravos militares, los insignes doctores, los pundonorosos caballeros que hemos citado arriba ? Nenurótico, sugestionable el ex director de la es- cuela militar de equitación de Madrid, el coronel de ca- ballería que hizo la campaña del 76 en Cuba y en Melilla, el capitán de artillería de montaña, el de Intendencia de Madrid y el de caballería de Reús ? En la peregrinación décima del 12 de junio fueron a Limpias 76 alumnas del colegio de los Sagrados Corazo- nes. Muchas de ellas presenciaron el prodigio, y ocho de ellas sufrieron ataques a consecuencia del hecho extraor- dinario. La superiora declaró que sólo una había nervio- samente histérica, pero ni ésta ni otras señaladamente nerviosas vieron nada y en cambio las no nerviosas, las normales, fueron favorecidas por la visión, El único caso de histérismo, epilepsia, la enfermedad más propensa a la alucinación, no tuvo resultado alguno ni por influencia contagiosa siquiera.