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60 — aquella sangre roja que se ve en los labios de Jesús obedece a ese fenómeno. Si miramos la extensión de esta anormalidad óptica veremos, en efecto, que es la forma más frecuente en la acromatopsia, la del rojo-ve rde, y que entre los hombres de muchos países de Enropa se en- cuentra en la proporción de un cuatro por cien. to, apróximadamente, siendo más rara entre las mujeres. Precisamente será la proporción de los videntes hasta hoy. Pero, ¿acaso puede reali- zarse en Limpias tal hipótesis? ¿ Acaso lo que cambia el ojo en la visión es el verde por el rojo? ¿Acaso la imagen tiene labios verdes y ojos ver: des y arterías verdes. Musiones. Sí, es otra de las evasivas. Es una palabra que viene muy al pelo para negar, no para refutar las visiones de Limpias. Los psicólogos dividen la ilusiones atribuyén- dolas a tres causas : a) a una tendencia formada por la repetición de actos espontáneos; b) a un defecto actual que incapacita para ejercitar bien el trabajo de la percepción visual; c) a una dirección determinada dada a la atención que ha impedido abarcar explícitamente todos los ele- mentos conocidos normalmente por la sensa- ción quedando algunos de ellos subsconscien- tes. Admitimos de buen grado el primer género de ilusiones como muy frecuentes, como ¿lusiones

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