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— 34 sidad de Zaragoza, autor de un sinnúmero de obras y de prestigio médico reconocido, no se bur- ló ante el prodigio de Limpias, antes, se descubrió reyerente y dijo : « No hay que ir a Limpias con gemelos de tea- tro sobre el rostro, sino con credos de católico sobre el corazón. Todo el que cree atiende lo ma- ravilloso, sin dejar que se asome a sus labios la volteriana sonrisa. «Atiende y venera todo lo misterioso; al tin, la ciencia misma es un misterio para el sabio, y cuando las comprobaciones son fidedignas, el sabio cree en el misterio como cree en la ciencia. No hay que escatimar prestigios al creyente que une a la ciencia el tesoro de la fe. La fe del científico es una obra de razón y de luz superior. En él se es- trechan y hermanan la razón natural y la razón católica, y en vez de perder lo que la ciencia le ha enseñado, acrecienta sus caudales con las lu- ces de una ciencia superior. » Nuestra última información. El 3 de mayo último, por la tarde, hicimos nues- tra última información en Limpias. Recogimos entonces las últimas impresiones, y vimos que el 25 de septiembre había firmado el hecho el pro- digioso don Ricardo Sánchez de Movellán, doctor