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volví a mirar y continué viéndolo igual, emocio- nándome intensamente. Días siguientes, a la misma hora y luz, no he vuelto a ver tan gran prodigio. Casi todo el verano he pasado ante este portentoso y sublime Santo Cristo y al tener que mirarle continuamente para pintarlo, no he ob- servado lo relatado, por lo cual no tengo duda de ello y doy gracias. » 13. « Declaro solemnemente y estoy dispues- to a jurarlo siempre que convenga para mayor gloria de Dios, que el día 12 de junio vi mover- se con toda precisión los ojos del Santísimo Cris- to de Limpias tres veces distintas, y una de las yeces por espacio de tres o cuatro minutos. El movimiento de los ojos era como si diera con ellos la bendición. — «José Pujol. » 14. « Declaro y juro que mientras permanecí en la iglesia, estuve todo el tiempo viendo mover los ojos al Santo Cristo en todas direcciones y mirando principalmente para la sacristía ; le he visto mirar para abajo como el que sufre mucho. He visto caer muchas gotas de sangre de la coro- na sobre los hombros y le he visto por fin duran- te el sermón de despedida mirar y luego quedarse con los ojos cerrados bastante tiempo. Hago ade- más constar que no lo creía y estoy agradecidísi- mo del Santo Cristo y por Él lo juro. — Heriberto Qer e de la Villa Prieto, alumno de 3" año de medicina. »