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+ Y sollozando, postrados, no podían contener la emo- ción. « Los padres no podían calmar los ánimos, es- tando ellos a su vez profundamente conmovidos. Avisado el infraserito, que estaba en la sacristía oenpado en el registro de los que habían asistido al precepto pascual, salí al presbiterio y conmo- vido por el espectáculo que se ofrecía a mi vista, no pude hacer otra cosa que caer de rodillas ante la santísima imagen. Repitióse el prodigio el 11 de abril ante dos vecinos de Limpias que, aunque buenos católicos, se burlaban de la credulidad de los que afirmaban haberlo visto el día 30 de marzo. Se produce de nuevo el fenómeno el do- mingo de Pascua, y fué observado por varios vecinos del pueblo, repitiéndose desde entonces casi a diario con diversidad de manifestaciones, como se verá en los testimonios que en este libro se expresarán a continuación. No se había pensa- do en recogerlos, pero los mismos devotos, favo- recidos por la visión de la santa imagen pedían que constase de alguna manera el prodigio por ellos observado, y para ceder a sus piadosos de- seos se recogieron los testimonios en un pequeño cuaderno cuyas páginas se han cubierto, siendo necesario agregar algunas hojas. Todos sus testi- monios auténticos se conservan en su original, que queda archivado en esta parroquia hasta que la autoridad eclesiástica reclame su exhibición, co-