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= Y = Era, en efecto, costumbre en Cádiz entre fami- lias acomodadas, según testimonio del erudito gaditano don Pelayo Quintero, tener oratorio particular, y en éste, sin duda, es donde estaría el Cristo que sacaron en procesión. Queda dicho que debió recibir culto, tiempo antes, en la iglesia de los Descalzos de Cádiz. Se nos antoja inconcluso que fuese el dicho don Pedro el propietario y donador del Cristo, toda vez que en la nave izquierda de la parroquia de Limpias se ve colgado un cuadro de grandes dimensiones, aunque de ningún valor artístico, en cuyo ángulo inferior izquierdo, juntamente con la firma de su autor, Fernando del Pozo, se lee que fué regalado por don Diego de la Piedra, en 1768. El señor Amador y Carradi, valiéndose de los clavos que sostienen dicho cuadro, argumenta en fayor de este aserto, diciendo : «Si por otra par te fijamos nuestra atención en que los clayos don- de se sostiene la cruz del Cristo de la Agonía en el altar mayor, son idénticos a los citados ante- riormente del cuadro de Fernando del Pozo ¿no podemos, con todos los antecedentes que llevamos examinados, afirmar que esta imagen fué regalada a Limpias por don Diego de la Piedra Secadura? » Esto parece plenamente comprobado al leer el documento de los privilegios que el romano Pon- tífice otorgó al Cristo de 1776. El encabezamien- to del sumario dice así: «Sumario de los privile-