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A estos párrafos del eximio doctor Royo Villanueva pone el padre Urbano la apostilla si- guiente: « Muy bien dicho: nadie podrá rebatir este lenguaje sereno de un sabio creyente pro- fundo conocedor de neurastenias y psicastenias ». *¿ Pero le parece al padre Urbano a estas altu- ras de crítica teológica y científica que está bien planteada y resuelta la cuestión en lo que dice el doctor Royo? Entonces podemos afirmar que con poco se contenta para un Estudio crítico. En cambio dos páginas antes, el médico doctor Naveda aduce y sJalifica el hecho de la curación de don Vicente Rodríguez por milagroso. Sin embargo el padre Urbano le pone la apostilla: «Basta consignar estos detalles (los que pone el doctor) para com- prender que tal curación, en cuanto a milagrosa, está en el aire, En las acotaciones de algunos trabajos sobre el Cristo de Limpias no ha seguido fielmente el pensamiento del autor; lo decimos primeramente por lo que a nosotros toca. Aquí damos fin a este escrito. Lo habíamos empezado en Bilbao en una serie de artículos que hubimos de suspender por motivo de nuestro viaje a la Argentina. Los artículos fueron publi- 'ándose en El Pueblo Vasco, a últimos de abril y principios de mayo, y tuvimos la pena de no poderlos terminar ni ahondar en el estudio de