BCCPAM000R09-1-32000000000000

— 235 — cia. Tal vez no sea muy prudente dar a los ad- versarios las armas que esgrime el padre Urba- no para chacotearse veladamente de los fenóme- nos de Limpias, aunque este asunto no signifi- 'a nada que redunde en perjuicio de las verda- des sacrosantas. Estamos muy conformes en que se hiciera una crítica razonada; aún podemos añadir que conviene un poco de escepticismo de nuestra parte. Mas, a nuestro parecer, el padre Urbano ha extralimitado su «estudio» y ha gene- ralizado sus ataques contra los que hemos escrito sobre el tema, sin que reconozcamos de nuestra parte ninguna solidaridad con las afirmaciones que nos atribuye a ese respecto. El padre Urbano buscaba milagros y no los encontraba : mejor di- cho, lo echa todo por la borda porque no ve en Limpias ninguna comprobación milagrosa;espera, sin embargo, que si lo que acontece allí es de Dios ello se verá, porque Dios se abrirá camino como en Lourdes. ¡Pues no faltaba más ! No ha- brá uno solo que tenga sentido común cristiano y que aun negando rabiosamente los hechos no se abrace a esa esperanza. Si es de Dios vence- rá... ¡ Olaro, a no ser que nieguea Dios ese poder! Finalmente el padre Urbano propugna por «mé- todos críticos seguros ». Se debe realizar un es- fuerzo colosal para presentar los hechos con solí- disimas razones. Este método es tradicional en la Iglesia antes de que lo proclamasen el señor

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz